El domingo, 1 de mayo, amaneció nublado, con amenaza de lluvia y las expectativas se cumplieron.
La lluvia intermitente, pero intensa se erigió en protagonista de la mañana, y desanimó la asistencia de muchos visitantes.
A mediodía el tiempo nos concedió una tregua y apareció un sol espléndido, al fin pudimos montar de nuevo el puesto y exponer nuestros jabones.
La tarde pasó sin darme cuenta. Desde aquí extiendo un agradecimiento muy especial al ayuntamiento de Estellencs por su hospitalidad y a todos los vecinos y amigos el cariño recibido.
Y no me puedo olvidar de mi familia, sin ellos nada hubiera sido posible. Un beso enorme para cada uno de vosotros.
me encanta tu blog muchos éxitos
ResponderEliminarMil gracias Marta por tu comentario.
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