Existen muchísimos materiales con los que envolver nuestras pastillas de jabón. Estos materiales se pueden dividir en dos grandes grupos:
1. Materiales porosos: papel de seda, papel de regalo, papel encerado, papel vegetal, papel kraft, washi (papel tradicional japones de gran prestigio), telas o bolsitas de algodón, lino, encaje u organza, filtros de café, bolsas de té, etc.
2. Materiales herméticos, no porosos como el film de cocina, el celofán, bolsitas de plástico o plástico de burbujas entre otros.
A mi personalmente me encantan los jabones envueltos en celofán, se puede apreciar toda la belleza de la pastilla y si les has estampado un sello quedan geniales en este tipo de envoltorio, además, conservan mejor el aroma de los aceites esenciales, pero reconozco que con un envoltorio tan hermético me da miedo a que enrancien, y aunque hay jaboneros que aseguran que si el jabón se encuentra bien curado esto no ocurre, prefiero curarme en salud y, la mayoría de las veces utilizo telas, cuerdas, lazos, rafia, papel de seda o papel kraft para envolver los jabones. Estos materiales le dan a mis pastillas un aspecto rústico y retro que va muy en consonancia con su aspecto.
Seguro que si buscas en la red vas a encontrar muchísimas ideas sobre como envolver tus jabones. Cualquiera que sea el envoltorio que elijas no olvides ponerle una etiqueta que contenga los ingredientes con que has elaborado el jabón, la fecha de fabricación y su uso recomendado.
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