miércoles, 3 de mayo de 2017

Hidrolatos, esos grandes desconocidos.

Los hidrolatos, también llamados aguas florales, son un producto natural de color transparente obtenido por destilación de plantas. Son excelentes sustitutos de los tónicos industriales y ayudan a que la piel se mantenga sana y bonita. Las propiedades terapéuticas que poseen son las relacionadas con el aceite esencial que contiene la planta de la que proceden. 

Imagen procedente de maiteikaran.
La clave está en utilizarlos a modo de tónico cosmético antes de aplicar sobre la piel las cremas naturales o aceites faciales. Son perfectos para regular el pH de la piel tras su limpieza con jabón natural. Y a la vez muy apreciados en la elaboración de jabones, cremas corporales y faciales. Así como en la preparación de mascarillas caseras a base de arcillas. 

La gran ventaja de los hidrolatos es que son muy suaves y aptos para cualquier persona, incluso niños y mujeres embarazadas o lactantes.

A continuación os detallo algunos de los hidrolatos y aguas florales que más me gustan:

Agua de rosas. Por su acción tónica e hidratante es ideal para pieles normales y secas, es antiinflamatorio refrescante, astringente, calmante y suavizante.

Agua de manzanilla. De acción antinflamatoria y decongestionante, se recomienda para piel seca, desnutrida y deshidratada, aporta luminosidad. Indicado en caso de acné pustuloso y todo tipo de alergias, eccemas, herpes y quemaduras. Es calmante y apto para el cuidado de los ojos.

Agua de melisa. Relajante, hidratante, muy calmante e indicado para piel grasa, mixta y deshidatada.

Hidrolato de lavanda. Todo un clásico,  se recomienda en pieles irritadas. Es descongestivo, calmante y antiséptico. Para pieles sensibles o reactivas se puede mezclar con hidrolato de manzanilla romana y azahar.

Agua de Azahar. De acción relajante, está indicada en pieles secas y sensibles, envejecidas y con arrugas. Así como para pieles con acné quístico.

Agua de Romero. Se recomienda en pieles grasas. Excelente tonificante  y reafirmante de la piel.

Si vas a utilizarlos por primera vez es recomendable te asegures de que no tienes alergia al producto. Pruébalo en la zona interna del antebrazo.

Para su conservación se recomienda un lugar fresco y seco, protegido de la luz, son excelentes las botellas de cristal color ámbar. Y una vez abiertos los puedes guardar bien tapados en la nevera.

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