También conocido como aceite de castor, el aceite de ricino se obtiene a partir de la planta Ricinus communis. Contiene un 90% de ácidos ricinoleicos con efectos de retención de agua y antibacterianos, muy efectivos contra algunas levaduras y hongos. Se trata de un aceite dulce, amargo y astringente, también genera calor, es pesado y graso.
Muy usado en la elaboración de labiales y jabones es apto para todo tipo de piel por sus propiedades suavizantes y protectoras.
Especialmente indicado para proteger el cabello de los rayos solares le aporta fortaleza y brillo. Si se añade a algún acondicionador o champú contrarresta de inmediato los efectos causados por los tintes químicos, el sol estival y el aire marino cargado de sal.
El aceite de ricino es excelente para endurecer las uñas.
Elimina la piel seca y mejora el cutis si se usa externamente.
Para el tratamiento de ojeras y bolsas bajo los ojos, basta con aplicar una gota de éste aceite con el dedo anular debajo de los ojos y realizar un ligero masaje circular para que penetre mejor, dejando actuar toda la noche.
Se recomienda en pestañas y cejas débiles y poco pobladas siguiendo los pasos siguientes durante un tiempo:
- Antes de acostarse lavar las pestañas o cejas y secarlas.
- Aplicar el aceite hasta la raíz, evitando que entre en los ojos. Para ello se puede usar un envase vacío de máscara de pestañas.
- Dejar actuar toda la noche.
En la elaboración de desmaquilladores caseros éste aceite favorecerá la dispersión de pigmentos.
Bibliografia.
Chantal Cleargeaud (2003) Aceites de salud y belleza. Ed. Amyris.
Gloria Martin Muñoz. (2015) Cosmética Natural. Ed. Arcopress.
Apuntes tomados en la clase on line de Joseph Arenas. (Elaboración de un desmaquillador bifásico).
No hay comentarios:
Publicar un comentario